Alto Chira en Bicicleta
La rutina consiste en trabajar, gastar, lucir y esperar… al próximo mes.
Todas las fotografías por Estany Tineo
para FACTORTIERRA
SULLANA, Piura – Tan cerca y tan lejos. Los pueblos de la margen izquierda del valle del Alto Chira quedan apenas a 20 minutos de la ciudad de Sullana, y parece un mundo aparte. Tan cerca y tan lejos. La población ostenta muy buenos televisores, equipos de sonido, congeladores; pero lo que difícilmente se podrá encontrar en una casa es agua potable, o, al menos, una letrina que garantice que los excrementos no estarán por cualquier parte.
Tan cerca y tan lejos. En medio de la
modernidad de los muebles, la mayoría de los inmuebles siguen construyéndose en
quincha y adobe… tan cerca, y tan lejos. El barro es lo único que conecta a la
población de esta parte del Alto Chira con sus antepasados. El arqueólogo
Daniel Dávila, quien antes nos acompañó en investigaciones dentro de la
comunidad de Malingas, Piura, sospecha que el pueblo tallán
merodeó por la zona buscando tierras agrícolas, tomando como fuente de agua al río Chira.
El Manto Verde
La arqueología no es una
prioridad para el campesinado del Alto Chira; les interesa producir, y ahora
son uno de los ejes de desarrollo agrícola más importantes de la región Piura. Asentada
en toda la porción oriental del distrito
de Sullana, la zona produce arroz, banano, mango, limón y
menestras. De todas ellas, solo las últimas son para consumo de la población,
ya que el resto se destina a la venta, o incluso a la exportación.
Buena parte del mercado agrícola es
controlado por intermediarios o corporaciones, como Dole, que pagan al agricultor
por el terreno trabajado o arrendado, lo que casi siempre se invierte en pagar
las cuotas de préstamos asumidos ante las Instituciones Financieras Bancarias y
No Bancarias. Los préstamos más fuertes (por encima de los € 2500) se
invierten en el campo; los mas pequeños (Por debajo de los € 500), en
electrodomésticos. Muchas veces el intermediario no es justo, pero aún así la
gente se endeuda.
Donde se prescindió de este sujeto es
en las Asociaciones de Productores de Banano Orgánico, cuyo modelo se basa en
el comercio
justo, esto es, se produce una fruta de calidad, y a cambio, el consumidor
final, paga al agricultor lo que realmente cuesta el esfuerzo.
El Poder de la Asociación
Esta parte del Alto Chira es la
sede de la Asociación de Microproductores de Banano Orgánico, conocida como
AMBAO, que se identifica como una de las precursoras de la central Piurana de
productores de banano orgánico, CEPIBO, que se
constituyó en 2002. Los estándares de comercio justo obligan a AMBAO a
garantizar que todo el manejo de su producto está libre de agroquímicos, que
las condiciones de trabajo para varones y mujeres sean justas y equitativas.
Que halla una capacitación constante, y que la calidad sea la divisa de la
organización.
Como AMBAO, las organizaciones de productores
orgánicos están consiguiendo esas capacidades. También está desarrollando el
cabildeo a favor de sus intereses. Inauguraron un nuevo mecanismo que permite
transportar el banano sin estropearlo y sin depender de la tracción humana,
aplicando el viejo principio griego de la polea.
Un enemigo un poquito más lejano.
Cuando se le pregunta algunos
dirigentes cuál es la amenaza latente sobre el Alto Chira, contestan sin dudar,
que es la minería informal. Parte de la población del centro de servicio Somate
tomó el cerro Somatillo para boicotear las actividades de exploración de minera
del Norte, que desde 2008 está trabajando en el lugar aunque no se sabe qué
esta buscando.
En su intento, la población se ha
apropiado de zonas donde la familia del extinto líder Godofredo
García Baca, estaba desarrollando una iniciativa de reforestación. Sus
antiguos empleados se apropiaron del terreno, y expulsaron a su hijo mayor y a
una de sus hijas bajo el argumento de que ya estaban viviendo hacía mucho
tiempo en el lugar y tenían derecho sobre el. Al estilo de Tambogrande,
los lugareños erradicaron a la empresa del punto de trabajo pero no de la zona,
y con algo de suerte, es posible toparse con una de las camionetas de la minera
que todavía circula por los alrededores.
A pesar de esto, el extinto dirigente
José María Silupú estableció una red de apoyo con el emblemático Frente
de Defensa del Valle de San Lorenzo y Tambogrande. “Hemos sacado a los
mineros porque la ley nos asiste”, repetía Silupú, aunque desconocía cuáles eran
los argumentos que, técnicamente, invalidan la presencia minera en el lugar.
Silupú y AMBAO detectaron nuevas
concesiones que se superponen a zonas agrícolas, pero, además de la fuerza,
nadie sabe cuál es la manera más práctica de deshacerse del problema. Lo único
que se ha hecho, hasta ahora, es enviar memoriales a las autoridades
pertinentes, cuya respuesta no es equivalente. Unos 20 kilómetros más al norte,
en la comunidad de Pampa Larga, distrito de Suyo, miles de mineros informales
continúan poniendo en riesgo al río Chira.
Una serie de informes, propalados la
primera semana de abril de 2010, por radio cutivalú establece
que los relaves mineros, así como el
mercurio y el cianuro, se están arrojando a la microcuenca de la quebrada
Santa Rosa, que desemboca en el río Quiroz, uno de los afluentes del
Chira. Mientras tanto, el propio Silupú reveló que en su caserío se han
presentado varios casos de cáncer, los
que han sido mayormente detectados en su fase terminal. ¿Es la minería responsable
por esto?
El propio Silupú lo dudó: “Aquí tenemos
el problema de la intoxicación que la gente sufre por no saber usar los venenos
que le echamos al arroz”.
Agua pírrica
La primera causa de emergencia
que se trata en las postas de Salud en la margen izquierda del Alto Chira es la
intoxicación por el uso indebido de pesticidas y herbicidas. A pesar de las
advertencias del personal de Salud, siguen llegando casos de urgencia y no se
tiene ningún estudio de cómo este problema esta afectando la calidad del agua
en la zona.
Sin embargo, tenemos algunos
indicadores como la incidencia de casos de enfermedades diarréicas agudas en
menores de edad. Todas las especialistas que consultamos en el lugar coinciden
en que el agua es el problema. Toda la población se abastece del canal
Daniel Escobar (que permite transferir agua del reservorio
de Poechos al río Piura).
En varios casos, se ha conseguido entubar el líquido para llevarlo a los
hogares, pero, se ha obviado el paso de la potabilización.
Para completar el cuadro, la gente no
sabe usar, o simplemente no usa, sus letrinas, dejan sus deposiciones por
cualquier lado; las moscas hacen el resto del trabajo. Los únicos baños en
condiciones están disponibles en los puestos de salud, claro está, solo en
horario de atención al público.
El problema es que si la gente no tiene
claro cómo debe priorizar sus recursos, el Alto Chira se seguirá llenando de
cable satelital antes que de baños y agua potable. Una investigación de
FACTORTIERRA, con apoyo de AMBAO, encontró que este rubro no figura en la lista
de necesidades urgentes ni se ha priorizado en los presupuestos participativos.
Tan cerca y tan lejos. La moda antes que
el conocimiento, lo cómodo antes que lo necesario, que el gobierno se encargue
antes que yo decida solucionarlo. Nadie dijo que el paraíso fue del todo
perfecto.
Producido por Luis Arancibia, Nelson Peñaherrera y estani Tineo, con el auspicio de AMBAO. © 2010 Asociación Civil Factor Tierra. Todos los derechos reservados. Comenta en la caja debajo, o en nuestras cuentas de Facebook y Twitter. ¿Te gustaría conocer los lugares citados en esta historia? Escríbenos a factortierra@gmail.com para más información.
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