Un amarillo algo verde
El llamado rey del desierto aún no expande toda su majestad.
Se le considera el árbol emblemático de la costa del departamento de Piura -no crece arriba de los 500 metros de altitud, normalmente- y se supone que cuando llegaron los españoles en 1532, ya estaba dominando el paisaje. Los conquistadores lo relacionaron inmediatamente con el algarrobo europeo (Ceratonia siliqua) y le asignaron ese nombre a la especie que los indígenas conocían como tako, según una investigación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aunque algunos arqueólogos consultados por FACTORTIERRA dudan de esta versión.
La voz algarrobo, en efecto, es árabe-hispana: al-arruba, que viene del persa alarrub, que podría significar quijada de burro, curiosamente el animal que más la consume y el que no cesa de mastticarla aquí en Piura; sin embargo, la voz describe a la especie europea, aparentemente no relacionada genéticamente con la sudamericana, la Prosopis pallida en realidad. La FAO afirma que el científico italiano Antonio Raimondi halló ídolos tallados en esta madera durante su exploración por el norte peruano en el siglo XIX, aunque no especifica dónde.
Si bien el Prosopis pallida se extiende entre Colombia y Perú, la mayor parte de individuos florece entre los departamentos de Tumbes y La Libertad, y luego en pequeñas colonias en el de Ica. Incluso ha logrado naturalizarse en la isla Molokai (Hawai, EEUU), Puerto Rico y Río grande do Norte (Brasil), donde se le cultiva.
sin embargo, Piura parece ser la que mayor uso le da, aunque gran parte se destina a alimento para ganado y apenas el 35% se transforma para consumo humano. en algunos sectores rurales, es una de las especies seleccionadas para reforestar debido a su fuerte fijación al suelo y su versatilidad reproductiva.
"Como el algarrobo crece hacia arriba, también crece hacia abajo", explicaba hace década y media el ingeniero agrónomo Godofredo García Pérez, hijo del recordado Godofredo García Baca. En efecto, la raíz del árbol penetra bajo tierra tanto como pueda encontrar agua. Algunas investigaciones aseguran haber hallado raíces de hasta 70 metros de largo en los bosques secos.
Es también parte del
paisaje urbano. Incluso los rincones más aristocráticos de la capital
departamental tienen, al menos, un algarrobo en pie, o luchando por seguir en
pie. Uno de los algarrobos más
antiguos de la ciudad de Piura se halla en la fachada del Club Grau, a una
cuadra al oeste del cruce de las calles Sullana e Ica. Se estima que tiene más
de 230 años.
En marzo de 2015, la Universidad de Piura y la Municipalidad Provincial de Piura
lanzaron una iniciativa para reconocer los árboles de este tipo más longevos
del área metropolitana. Incluso se presume que un individuo que aún está en pie
en la calle Tacna, en Castilla, tiene más de 270 años. Los que no corrieron buena
suerte fueron los algarrobos de la avenida José de Lama, en la ciudad de Sullana, que
pudieron haber tenido un siglo de vida. Cuando se iniciaron los trabajos de
remodelación de la vía en 2015, fueron arrancados de raíz ante la protesta de
varios ciudadanos.
el bosque seco ecuatorial es el paisaje predominante de la costa de Piura. Tomando las estimaciones del doctor Rafael Navarro, de la Universidad de Córdoba (españa), por cada 25 hectáreas de este ecosistema existente en Perú, 18 corresponden a Piura.
El bosque seco, típico de las
tierras bajas en la Sudamérica ecuatorial, controla las variaciones
climatológicas y reduce la vulnerabilidad ante los impactos que éstas producen,
como las sequías o las lluvias extraordinarias; su problema es que tienden a ser
vulnerables a las inundaciones.
El algarrobo es una de las
especies más importantes del bosque seco, o al menos la más fácil de
identificar. Fuentes oficiales
confiaron a FACTORTIERRA que es necesario actualizar la cantidad poblada por
algarrobo en todo el departamento de Piura, especialmente luego de las lluvias
extraordinarias de
Lo que no se ha podido reducir es la cantidad de superficie deforestada de algarrobo por año, unos 100 km2, o casi diez mil canchas de fútbol, poco menos la superficie de Malawi (África) o 25 distritos de bellavista (Sullana).
Del árbol se usa todo, absolutamente todo: las hojas sirven para abono, el tronco mayormente para combustible y los frutos son un alimento muy versátil. Además, cada algarrobo es capaz de albergar ecosistemas completos, ser humano incluso, como lo celebra el vals Mis Algarrobos de Rafael Otero López.
El tronco y las hojas no
se exportan pero sí el fruto, aunque no en bruto sino transformado, desde la
famosa algarrobina hasta una nueva línea
que va desde la harina entera o combinada con otros cereales, y el café de
algarroba, que solo aporta sabor pero no tiene el efecto estimulante de la
cafeína porque carece de ella. Mas bien, todos los productos de la algarroba,
además de ser ricos en potasio, nitrógeno, hierro y sacarosa, poseen un efecto
laxante.
Al menos para la gente que
vivió conectada al campo, una costumbre o al menos una memoria común era
pasearse debajo de las copas de los algarrobos y junto a sus troncos para
recoger las algarrobas. Muchas terminaban en una gran olla puestas a hervir para
obtener algarrobina. Pero antes que el famoso
dulce, la generación de sesentones en el campo relata que su desayuno consistía
en un puré de algarroba fresca, a veces mezclada con leche: el antiquísimo yupicín. Hoy está virtualmente
extinto.
La algarrobina es, acaso,
el producto de consumo humano más famoso derivado de la algarroba, fruto del
algarrobo. Se trata de un jarabe entre dulce y amargo, cuyas presentaciones
vienen en todos los tonos conocidos de marrón, según el uso que se quiera dar, y
está reconocido por ser un energizante natural debido a su alta concentración de
sacarosa y hierro. Suele usarse como
suplemento en los jugos de frutas y batidos de leche, siendo su presentación más
apreciada el cóctel que se prepara con pisco peruano y yema de huevo batida. sírvase
frío, por favor.
Las exportaciones de algarrobina piurana en 2005 representaron un ingreso de 26 mil 505 dólares . ese año, el departamento había producido 136 mil 446 toneladas de algarroba en 2165,6 kilómetros cuadrados de bosque seco, según La República. El rotativo indicaba que solo el 22% o 30 mil 18 toneladas se consumían en mercado local.
En marzo de 2009, la producción se había elevado a 300 mil
toneladas, según el doctor Gastón Cruz, del Centro de Innovación tecnológica,
pero su aprovechamiento se había reducido a 30 mil toneladas o el 10%, siendo su
principal público consumidor la gente del campo y el ganado aún. Siete años después,Cruz
reajustó la cifra a 200 mil toneladas, luego de haberse desplomado a 50 mil en
2014 y 2015 debido a la ausencia de lluvias y la presencia de algunas plagas, según dijo a Radio Cutivalú.
En
diciembre de 2007 se anunció que algarrobina de Chutuque (Cristo Nos Valga,
Sechura) sería exportada a Alemania. Para entonces, su competencia directa era la Asociación María de los Ángeles,
cerca de Chulucanas, y Santa María de Locuto, frente a Tambogrande,
a la que se considera la experiencia piloto de su tipo.
Santa María de Locuto
comenzó surtiendo a los supermercados en la Ciudad de Piura y poco a poco
abrió su mercado hasta Lima. Su modelo es considerado un éxito en organización
comunal y protección ambiental.
A pesar que en los últimos 30
años se ha estado explorando más productos derivados de la algarroba, la oferta
aún es reducida, cuando no desconocida. Los esfuerzos por migrar
de la preparación artesanal a una básicamente industrializada han estado
concentrados principalmente dentro del campus de la Universidad de Piura (Udep),
que alberga uno de los bosques algarrobales más extensos dentro de un área
metropolitana.
Desde nuevas técnicas de
secado hasta máquinas para procesar algarrobina y otros productos, la mayor
parte de investigación +desarrollo en favor del árbol emblemático de Piura se
han producido en este lugar que, paradójicamente, no tiene una escuela
especializada en ciencias agrícolas. Sus estudios comenzaron en
1983 y se están compartiendo a nivel mundial.
Y para completar más la
paradoja, es la
que más ha publicado sobre este asunto en función del gran público, por lo
menos hispanohablante. Su eterna competidora, la Universidad Nacional de Piura, había anunciado en 2009 que
estaba iniciando una línea artesanal de productos naturales, entre los que se
incluyó a la algarrobina; pero, a diferencia de udep, recién estaban estudiando
los potenciales internacionales.
© 2017 Asociación Civil
Factor Tierra. Todos los derechos reservados. Las fotografías presentadas en esta entrada son de © Arturo
Peñaherrera. y por cortesía de Universidad de
Piura.
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