Hacia dónde va la conciencia ecológica

¿Por qué nunca debemos perder de vista el medio ambiente?  ¿Por qué debemos ser conscientes sobre la necesidad de preservar? ¿Por qué debemos ser eficientes en nuestro estilo de vida? ¿Realmente la era preindustrial fue la mejor época para la humanidad?

 

 

    La lucha por preservar el medio ambiente no sólo depende de un Estado que actúe de modo más incisivo por hacer cumplir códigos y normas de protección; pasa, principalmente, por un compromiso personal de tomar las medidas mínimas en casa, y con esa experiencia, exigir que éstas se apliquen en los entornos más cercanos.

 

El control de la basura doméstica, o la eliminación de niveles caseros de contaminación visual y auditiva son buenas medidas para comenzar: reciclar, tener una rutina deportiva, mejorar hábitos alimenticios, dedicar más tiempo al cultivo de alguna afición podrían ser las opciones que estamos buscando.

 

Demandas como la necesidad de regular el sistema de administración de agua potable han revelado que no se está consumiendo un líquido de calidad y las soluciones para los conflictos que surgen al respecto no vienen rápido ni eficaz. Durante las dos últimas décadas, la contaminación del agua por metales pesados ha sido una historia latente. Y particularmente el problema ha sido el arsénico.

 

Este  metal pesado tóxico se detectó en pequeñas proporciones los primeros meses de  2005 en la ciudad de Lima, y desde 2018 en las comunidades mayormente rurales en el norte del departamento de Lambayeque.

 

    La politización de la defensa del medio ambiente no ha acelerado las cosas, sino que las ha enturbiado, y, en vez de mejorar el proceso de entendimiento, nos ha alejado por completo de la filosofía ecologista: el ser humano no es más que otro componente de un ecosistema, no el componente principal; por lo tanto, debe manejarse como tal.

 

La conciencia medioambiental puede expresarse principalmente por el retorno a lo básico, no al abuso.  La Naturaleza nos da los recursos suficientes para vivir bien, no sólo alimentándonos internamente sino tomando lo mejor de ella para sentirnos mejor en todo sentido.

 

© 2005, 2020 Asociación Civil Factor Tierra. Todos los derechos reservados.