Inti Raymi en Aypate
La fiesta del Sol en el lugar sagrado de los ancestros
AYABACA, Piura – En la cosmovisión andina había ceremonias que siempre estaban ligadas con los movimientos astronómicos -sobretodo el sol- para el cual le rendían dos fiestas: el Inti Raymi (21 de junio, solsticio de invierno austral) y el Qapaq Raymi (21 de diciembre, solsticio de verano austral). Estas dos fiestas marcan las actividades agropecuarias del mundo andino.
Con el propósito de rescatar la identidad
cultural, el 24 de junio de 2010 las alumnas del 2 º grado “A”, “B” y “C” de la
Institución Educativa Señor Cautivo de Ayabaca, con sus profesores, padres y madres de familia rindieron un
homenaje a esta fecha en que el sol se aleja mas del hemisferio sur dando
inicio al solsticio de invierno.
La mañana estaba fría; el tractor, que
trabajaba en la rehabilitación de la carretera, recién estaba llegando a Aypate. Una llovizna recibió al
elenco y los asistentes empezaban a desanimarse. Cuando empezó la ceremonia que
se inició con un pagapu (ofrenda al
espíritu protector) a cargo del maestro Gerardo Abendaño Pozo, quien brindó con
primera de caña de azúcar y tabaco,
ofreciéndole lociones, se limpió el cielo e irradió el Inti Tayta (padre sol)
Luego del recorrido guiado por el Centro Administrativo Ceremonial de Aypate a través de su kallanka (especie de galpón), acllawasi (casa de las vírgenes), y ushnu (tarima ceremonial), se presentaron las obras preparadas para este homenaje.
La
primera fue Aypa Atiq (El que
alcanza lo más alto) que es la recreación de la leyenda de Aypate, en los
inicios de la cultura Ayawaka, representada por las alumnas del 2º C”en la que
Aypate es un ser ligado a la naturaleza y que por su sabio proceder es
merecedor de la mano de Pacha Sonq’o
(corazón de la tierra), la hija del anciano gobernador que, al verla en edad de
casarse, convoca a un torneo donde tienen que traer un venado sin herirlo.
Después de haberse presentado varios
pretendientes con sus venados, ninguno traía uno intacto, hasta que aparece
Aypate acompañado de su venado que caminaba por el lugar y es elegido como el
heredero para gobernar el pueblo Ayawaka.
La segunda obra fue La resistencia de los wayakuntu, confederación integrada por los
Ayawakas, Calvas y Caxas, frente a los Inkas que luego de combatir por cinco
lunas, como lo relata Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales de los
Incas, los últimos ayawakas concilian con los Inkas
y se inicia la construcción del Centro Administrativo Ceremonial de Aypate.
La tercera fue Ollantay, conocida obra escrita en plena colonia y nos relata el valor de este personaje que levanta el Antisuyo, por la negativa de Pachacútec en concederle la mano de Cusi Coyllur, hasta que por ruego de Ima Sumac, Túpac Yupanqui perdona a Ollantay y se une con Cusi Coyllur.
Las tres obras terminaron con sus danzas
respectivas, que era una de las actividades presentes en todos los
acontecimientos del Tawantinsuyo, la nación inca. Es así que las alumnas de la
Institución Educativa Señor Cautivo trabajaron junto a sus profesores, padres y
madres de familia en el rescate de la identidad cultural ancestral y
desarrollando conciencia turística.
Ellas manifestaban: “el Centro Administrativo
ceremonia l de Aypate es maravilloso porque conocimos las grandezas de nuestros
antepasados, también conocimos cómo los inkas han tallado la piedra para sus
construcciones y agradecemos al profesor que nos ha llevado a este lugar
arqueológico y turístico que hasta la actualidad sigue permanente y por
habernos hecho conocer las grandezas de los Inkas”.
Revisa aquí qué otras historias hemos publicado sobre Aypate.
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