Nerit Olaya: un amor al que no da tregua

El actor sullanero no solo tiene entre sus méritos una exitosa adaptación de un clásico latinoamericano, sino de llevar ese arte al interior de su tierra natal.

 

Por Nelson Peñaherrera Castillo

 


Toda palabra está dotada de poder. No hablo de divinidad ni metafísica. Si puedes leer en voz alta la primera oración de este párrafo y variar la entonación o la intención, puede que lo notes. Mejor si estás a solas,no para evitar que duden de tu equilibrio mental sino para aprenderte a escuchar en el silencio y descubrir cuál es tu habilidad para comunicar. Eso está haciendo el actor sullanero Nerit Olaya Guerrero (1958.

 

Un buen día, tras releer al escritor uruguayo Mario Benedetti (Paso de los Toros, 14/09/1920 – Montevideo, 17/05/2009), ideó un montaje basado en su obra La tregua (1960), que cuenta la historia de un jubilado que pierde a su esposa y construye una nueva relación con una joven a quien le dobla la edad con el consiguiente desconcierto de sus hijos e hija, además de los conflictos que cada uno de ellos carga por cuenta propia.

 

Lejos de montar una obra convencional donde cada actor se aprende su parlamento y ejecuta toda una rutina en el escenario, la propuesta de Olaya semeja una especie de audiolibro en vivo: la técnica se llama narración oral escénica. No solo se trata de tener dotes de actor; también de relator atento a las reacciones de la concurrencia para retroalimentarla de inmediato buscando generar un tipo de emoción. “Es otra forma interesante de estimular el acercamiento del público a la lectura de obras literarias”, me explica.

 


El acierto de Olaya

El montaje se estrenó en Lima, donde el actor radica, a inicios de 2018 con crítica positiva. El éxito llamó la atención de la embajada de Uruguay.

 

El siguiente reto fue llevar la obra no solo al país de Benedetti sino a su propia tierra natal: muy cerca de la ciudad de Tacuarembó (351 kilómetros al norte de Montevideo). Durante la Semana Benedetti, organizada anualmente, Nerit Olaya simplemente fluyó. Al terminar la puesta, los aplausos entusiastas del público advirtieron al actor que lo había hecho muy bien. Era septiembre de 2018.

 

La embajada uruguaya en Lima catalogó la versión de Olaya como de especial interés cultural. La tregua comenzó a pasearse por todo el continente.

 

Cabe indicar que la obra de Benedetti ha sido adaptada dos veces al cine, una en Argentina y otra en México; también se ha transformado en una pieza radiofónica,pero a decir del escritor peruano Alonso Alegría (entre otras cosas, creador del vocabulario ‘glúfico’ del famoso NubeLuz), “el acierto de Olaya está en arriesgarse a usar la mejor --quizás la única-- forma de adaptar al género dramático ese famoso texto…”, según escribió en su cuenta de Facebook. Y todo partió de confiar en el poder que tiene una simple palabra.

 


También en Sullana

Con esa experiencia, quiso repetir el plato combinando en una sola función los relatos del argentino Jorge Luis Borges (Buenos aires, 1899 – Ginebra, suiza, 1986), la chilena Isabel allende (nacida realmente en Lima, 1942)y la mexicana Ángeles Mastreta (Puebla, 1949). El montaje se titula Del amor y otros extravíos, estrenado también exitosamente en Lima, mezclando  suspenso,erotismo y añoranza. Y también se ha paseado por las tablas fuera de Perú.

 

Aunque quizás uno de los hitos en la carrera de Olaya haya sido poderlo interpretar en su tierra natal, y no necesariamente en el área urbana. Durante agosto y parte de septiembre de 2022, Del amor y otros extravíos se ha representado en lugares tan inesperados como San Vicente de Piedra Rodada, distrito de Sullana, o sojo y Jíbito, en el distrito de Miguel Checa.

 

“El espectador está sentado en aparente pasividad, pero en realidad está en permanente actitud creativa, pues va imaginando cuanto sugiere la narración, en un juego de emociones, sensaciones e imágenes”, refiere Nerit Olaya, quien hace un llamado a “recuperar la palabra como vehículo del pensamiento, que poco a poco va sucumbiendo frente al arrollador imperio del gráfico exento de palabras.

 

Como narrador oral escénico ha recibido el Premio Especial Palabras de Invierno 2015 (Matanzas, Cuba), Premio Especial ContArte 2016 (La Habana), Premio Formación ContArte 2016 (La Habana), y Premio “Nuestras Palabras” (Las Tunas, Cuba, 2022). 

 

También es editor y corrector de estilo. Ha editado obras de gente peruana de teatro como Carlos Gassols, Sara Joffré, Sergio Arrau, Rafael Hernández, Juan Gonzalo Rose (poesía), Alfredo Pita (narrativa), y autores de otras temáticas como Marco Aurelio Denegri, Mario Bunge, Jesús Mosterín o César Lévano. Nada menos,¿no? Como dije al inicio, toda palabra está dotada de poder. El truco está en aprender a usarlo.

 

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