Incluso se le pasó a Naylamp
Los nuevos diluvios que abatieron la antigua tierra Sicán.
Por Nelson Peñaherrera
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PÍTIPO,
Lambayeque – Fue un
largo periodo de sequía y la población estaba desesperada. Sus gobernantes
acudieron a la magia para favorecer la llegada de las lluvias pero nada pareció
funcionar. La población, enardecida, se rebeló e incendió la ciudad principal.
Tiempo después, llegó la
lluvia; mejor dicho, días de verdaderos diluvios. El lugar se inundó y la
gente debió mudarse a otra zona segura.
Era 1100
DC. En el bosque de Pómac la gente veía morir su agricultura debido a la falta de agua.
No había llovido lo suficiente durante 30 años y los ritos de sacerdotes y
gobernantes fueron inútiles. Se supone que eso originó los disturbios.
El
arqueólogo Izumi Shimada (Kioto, Japón, 1948) ha investigado el lugar desde
1978. Hoy se conoce como Batán grande, quizás por la existencia de muchos
cantos rodados que se usaron para moler minerales, ya que el antiguo pueblo
Lambayeque fue experto en orfebrería.
También
conocidos como sicán, florecieron entre 700 DC y 1300 DC, probablemente
tras la caída de la civilización muchik, que a su vez floreció entre 100 DC a
700 DC.
Los lambayeque
se asentaron en el área de Batán Grande, junto al río La Leche, casi en el
centro del actual departamento de Lambayeque (en cuya memoria se le nombró),
mientras que los muchik (también moche o mochica) lo hicieron junto al río Moche, en el litoral central del
actual departamento
de La Libertad, justo al sur del actual Lambayeque.
Los
arqueólogos suponen que un evento lluvioso extraordinario puso fin a los muchick
en 700DC. Algunos avanzaron por el mar hacia el norte (¿aprovechando la corriente
de Humboldt?) y desembarcaron en las costas de Lambayeque.
El mito
de Naylamp explica esta migración. y aparentemente otro periodo de lluvias
extraordinarias en 1100 DC provocó un desborde del río La Leche, inundó el
actual Batán Grande, y forzó la migración de la población unos 10 km hacia Túcume, donde
intentaron reorganizarse hasta que fueron absorbidos por el imperio chimú,
que se asentó… en el valle de Moche, actual departamento de La Libertad.
Nueve
siglos
Se ha
sugerido que el corto éxodo de los lambayeque fue provocado por un gran evento El
Niño. El agua desbordada cubrió los actuales distritos de Íllimo, Jayanca,
Pacora y Pítipo. (1351,4 km2 en conjunto)
Nueve
siglos después, los mismos distritos, más el de Mórrope (1054 km2), volvieron a
inundarse por una creciente del río La Leche tras un periodo de lluvias fuertes
registrado entre febrero y marzo de 2023. Según las autoridades, el distrito de
Íllimo (24,4 km2) pareció ser el más afectado: casas y plantaciones quedaron cubiertas
por el agua.
El
periodo lluvioso se disparó luego que durante tres años el fenómeno
de La Niña mantuvo el agua del Océano Pacífico frente al norte del Perú más
fría que su nivel mínimo habitual: 19ºC, según el Instituto
del Mar del Perú, incluso en verano, cuando puede subir hasta 24ºC, como
ocurrió en enero de 2023, según el Servicio
Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú.
Al
enfriar el mar, La Niña inhibe la evaporación, no se forman nubes de lluvia, y
la sequía en toda la costa peruana es el principal resultado en verano y un
frío más intenso de lo usual en invierno.
La Niña ocurre
cuando los vientos alisios, que en Sudamérica soplan de este a oeste, enfrían
el mar tanto que modifican todo el clima a escala global.
Cuando
los vientos alisios se debilitan, el mar se calienta y todo el fenómeno puede
ir al otro extremo, El Niño, y donde llovía en exceso deja de llover por años y
viceversa. El punto crítico es cuando la superficie del mar se calienta encima
de 26ºC.
¿Fue un evento
La Niña prolongado lo que causó la sequía que, a su vez, enfadó a los lambayeque,
y cuando creyeron que se habían vengado de los gobernantes vino un evento El
Niño de niveles catastróficos? Lo que sabemos actualmente es que ambos son
cíclicos, y que, según los registros paleontológicos, pudieron haber ocurrido
desde hace 10 mil años.
Sin
pendiente
Si bien
los lambayeque se asentaron en un valle
relativamente seguro, a unos 50 km tierra adentro del Océano Pacífico, el
terreno no posee mayores elevaciones. Hay unos cerros cercanos, pero éstos
parecieron no ser ocupados por aquellos pobladores. La campiña tiene una
elevación de 50 metros sobre el nivel
del mar. El lugar donde hoy se levanta la ciudad de Pítipo está a 85 metros de
altitud. Aguas abajo de Batán grande, en el actual distrito de Íllimo, la
elevación va de los 48 a 51 metros sobre el nivel del mar.
Un
ejercicio simple de mecánica de fluidos nos permitirá deducir que si el terreno
no tiene mayor pendiente, el agua se dispersa, casi no circula, entonces
inunda. Eso pudo pasar en 1100; eso pudo pasar en 2023.
Los lambayeque
extendieron su dominio político-militar tan al norte como el valle del
Chira, departamento
de Piura, y tan al sur como el valle de Chicama, departamento de La
Libertad, lo que nos da 408 km de largo. Su influencia cultural parece haberse
diseminado tan al norte como el golfo de Guayaquil, Ecuador, y el departamento
de Ica al sur, lo que nos da 1766 km de largo.
Durante la primera quincena de marzo de 2023, lluvias
impulsadas por el ciclón yaku generaron diluvios desde la provincia de Manabí, Ecuador,
que se acentuaron en la costa norte del Perú, y en menor medida, aunque significativo, entre los
departamentos de Áncash e Ica. Y eso nos da 1954 km de largo.
La
ciencia detrás de la gestión de riesgos enseña que si un desastre ocurrió en un
lugar en el pasado, volverá a ocurrir en el mismo lugar en algún momento en el
futuro, a menos que se prepare todo para que cuando el evento vuelva a ocurrir
el nivel de daños sea mínimo o manejable. ¿Cuántas lecciones se aprendieron en
nueve siglos?
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