El sismo del Chira de 2022
¿qué pasa bajo el suelo cercano al área metropolitana de Sullana?
Por
Nelson Peñaherrera Castillo | Blog | Facebook | Instagram |YouTube | WhatsApp
MIGUEL
CHECA, Piura – Nada
inusual bajo el suelo del valle del Chira excepto una enorme masa
de tierra incrustándose debajo de otra aparentemente estática. Así se podría
resumir el informe de Hernando Tavera y Julio Martínez, del Instituto Geofísico del
Perú (IGP)
tras el sismo de magnitud 6,1 (moderado) que remeció un área de 250 km a la
redonda desde un foco o hipocentro a 33 km bajo un punto ubicado a 17 km al
oeste de Sullana 20101, el 5 de octubre de 2022.
El
epicentro se ubicó entre las localidades de sojo y Jíbito, distrito de Miguel Checa, esto es entre Sullana 20771 y Sullana 20770. Y este dato es relevante para los científicos puesto que tembló en pleno continente, no en el
mar, como sí ha ocurrido en eventos con magnitudes superiores a 7,5, mayormente
reportados en el sur peruano, tal cual el de 2001 en Arequipa, o el de 2007 en
Ica.
Sobre
este informe y boletines proporcionados por IGP, en un lapso de 15 meses, la
sismicidad se parece concentrar prácticamente entre los distritos de Miguel
Checa y Marcavelica, casi bajo el área metropolitana de Sullana.
¿También
saliste a la calle?
El 5 de
octubre de 2022, a las 3:26 hora peruana (0826 tiempo universal), el remezón
fue sentido como fuerte en las áreas metropolitanas de Sullana y Piura, lo
mismo que en las zonas urbanas de Paita y Colán; esto nos da un radio de 50 km aproximadamente, y cubre todo el valle del Chira, así como los de San
Lorenzo y Medio Piura.
Según IGP, la sensación que generó la onda sísmica sobre
el suelo, o intensidad, fue catalogada como VI (de XII), lo que, en
términos prácticos, significa que fue sentida por todas las personas quienes se
atemorizaron y buscaron protección (mayormente saliendo a las calles), tuvieron
dificultad para caminar o sostenerse, mientras que algunos platos y vidrios se rompieron,
ciertos muebles pesados se desplazaron unos centímetros, y la mampostería en
las casas se desplomó; sin embargo, los daños en general fueron leves.
AMPLÍA: ¿Cómo diferenciar
magnitud, intensidad y aceleración? Lee aquí.
Tras ese evento, se registró
26 rréplicas o movimientos de reacomodo menos fuertes que el inicial. De ellas,
solo cuatro fueron percibidas por la gente entre las 4:00 y las 9:00 hora
peruana (0900 a 1400 tiempo universal). Las magnitudes estuvieron en el rango
de 3,8 a 4,0 (débil).
Subducción y
aceleración
IGP comparó los datos
de este evento con uno previo, el del 30 de julio de 2021, que tuvo la misma magnitud, intensidad y
epicentro, aunque con un foco más profundo por solo 1 km.
La causa es la
subducción o incrustamiento que la placa de Nazca ejerce bajo la Placa sudamericana a razón de 7 a 8 cm cada año. El informe
reconoce que este es el origen de eventos similares producidos en esta parte de
América del Sur; en efecto, se cree que este proceso formó la Cordillera de los Andes durante los últimos 120 millones de años.
Otro dato que surgió de
comparar ambos eventos es que la aceleración, o respuesta de las
construcciones humanas respecto al movimiento del suelo, en 2022 ha sido un 40%
inferior al de 2021. Según IGP, el registro máximo para la ciudad de Piura es
86 cm/s2; el rango inferior estuvo en 52 cm/s2: “estos
valores explicarían el hecho de no haberse producido daños estructurales
similares a los que se presentaron después del sismo ocurrido el 30 de julio,
2021”.
La aceleración
sísmica es relevante para el mundo de la construcción porque determina
cuánto daño puede sufrir una estructura, “Pero también se debe tomar en consideración el tipo de
suelo donde está cimentada la edificación”, explica el ingeniero civil Jesús Rodríguez Lloclla a FACTORTIERRA, “puesto que si
hablamos de un suelo sólido, éste amortigüará las ondas sísmicas”.
“Es todo lo contrario con un suelo blando,”
agrega Rodríguez recordando que todos esos parámetros ya se encuentran en el Reglamento Nacional de
edificaciones.
La aceleración en
general se calcula cuando se divide la velocidad (que se obtiene dividiendo la
distancia entre el tiempo) entre el tiempo. Las lecturas de aceleración sísmica
fueron tomadas por estaciones en la sede de Sencico, Piura 20001, y de la sede departamental del Colegio de
Ingenieros del Perú, Piura 20009. La distancia aproximada entre ambas
estaciones es 3,5 km, según prospección GPS consultada por FACTORTIERRA.
¿Es para preocuparse?
Para IGP, el foco del
evento del 5 de octubre de 2022 es superficial debido a su profundidad. Si se
compara estos datos con la sismicidad existente en el norte peruano, podría
decirse que los parámetros están dentro de lo esperado, que no hay nada fuera
de lo común.
Claro que esto podría
sonar inquietante a una persona sin entrenamiento para lidiar con un sismo,
pero sí es relevante para los planificadores urbanos y viales.
Tras el evento del 5 de
octubre de 2022, IGP encuestó a dos o tres personas en cada área urbana
alrededor del epicentro y determinó que, además del susto, construcciones de
adobe sufrieron grietas, y hubo deslizamientos en la carretera Sullana-Paita,
que no recorre una superficie plana a pesar de extenderse en el valle del Bajo
Chira, sino que baja y sube el Tablazo de Paita.
Otro ingeniero civil consultado
por FACTORTIERRA opinó que lo relevante de esta información es cuánto podría
mejorar el alerta de sismos. IGP no tiene comentarios al respecto pero ya
informó que terminó las pruebas de su proyecto SASPe, y ahora se debe integrar al nuevo sistema
de alerta multipeligros que administra el sistema Nacional de Defensa
Civil, que se estima esté disponible en 2023.
De momento, los sismos
no pueden predecirse o pronosticarse, pero si hay historial de sacudidas
previas, se debe considerar que un evento puede pasar en cualquier momento.
Hasta entonces, la prevención será la mejor respuesta para evitar que todo se
convierta en un desastre o una catástrofe.
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