Paredes resistentes
Piura sí es una zona
sísmica; sólo queda hacer construcciones seguras.
SULLANA, Piura – La tierra tembló el lunes 2 de abril de 2012. El primer registro del Instituto geofísico del Perú (IGP) marcaba una magnitud 6,2 en la escala de Richter, y una intensidad IV en la de Mercalli. Luego fue modificado a una magnitud 5,0 en la de Richter, y una intensidad III en la de Mercalli, tomando a la ciudad de Piura como referencia.
El epicentro, que originalmente
se ubicó a 30 km al oeste de la ciudad de
Sullana, terminó corrigiéndose a 17 km al SE de ese punto, con una
profundidad de 77 km. Por lo menos la costa de la región lo sintió con fuerza,
provocando el sobresalto de la población cuya gran mayoría estaba descansando
en casa: era ocho minutos después de las diez de la noche, hora local (0308 GMT
del 3 de abril de 2012).
La mecánica de los sismos en Piura no
difiere mucho del resto de la costa occidental de Sudamérica. El fenómeno es
causado por la subducción de la Placa de Nazca contra
la Placa
Sudamericana. Dicho en sencillo, se denomina subducción al proceso de
incrustamiento de una gran masa de tierra debajo de otra. La presión produce
tal energía, que ésta se libera de a pocos, o de golpe, a través de seísmos
(sismos).
La Placa de Nazca es una gran
superficie que en su lado oriental se extiende desde Panamá, en el norte, hasta
el extremo sur de Chile, en el lado opuesto. La Placa Sudamericana choca, o
mejor dicho, se levanta encima de ella, a partir de la Fosa Peruana, que corre
desde las costas de La Libertad hasta el norte de Chile. Los terremotos y
temblores, así como las erupciones volcánicas que se producen de este lado del
mundo se originan allí, y eso explica la sismicidad en el centro y sur
peruanos, reportada
en los últimos 500 años, cuando comenzaron a tenerse registros escritos.
Norte telúrico
Aunque también tiemvla, y basándose en esos registros, el norte peruano no ha sido tan prolífico en estos eventos. Sin embargo, en los últimos cien años se han reportado tres sismos de considerable proporción, incluyendo daños materiales y pérdidas humanas.
En 1912, un fuerte movimiento remeció
el departamento
de Piura, desde Paita hasta Huancabamba. No se ha registrado la intensidad.
El 12 de diciembre de 1953, se produjo un sismo de intensidad VIII en la escala
de Mercalli. Unos años después, el 7 de febrero de 1959, la costa entre tumbes
y Lambayeque –Piura al medio- tembló otra vez.
Desde 2000, cuando FACTORTIERRA ha
estado en servicio, hay un promedio de cuatro a cinco sismos por año con
magnitudes superiores a 4 en la escala de Richter que ponen en alerta a la
población piurana.
Silencio urbano
Especialistas locales coinciden que no se ha incrementado la actividad sísmica, sino que ahora se tienen mejores reportes y la gente parece estar más alerta. Aún así, los ejercicios de prevención no son acogidos por la mayoría de la población. Los simulacros de evacuación se cumplen, no siempre de buena gana, en ciertas entidades públicas y escuelas. El resto de la gente sólo está allí para apreciar la dramatización.
Por otro lado, buena parte de la
estructura urbana principal se caracteriza por tener calles estrechas y edificaciones
que se han ido deteriorando por otro fenómeno muy piurano: las lluvias. La
Casona Eguiguren, en el centro de la ciudad de Piura, se ha ido desmoronando de
a pocos hasta destruírse por completo. No sirvió de mucho que el Instituto Nacional de Cultura la declarara de
interés.
Entre 1999 y 2000, la Facultad de
arquitectura de la Universidad Nacional de Piura
hizo un trabajo estudiantil, y según nos comentaron los entonces alumnos, se
halló que habían hasta 30 tipos de suelo completamente diferentes en un espacio
muy reducido.
En Sojo, distrito
de Miguel Checa, la antigua Casa
Hacienda de la Familia Checa se deteriora día a día, gracias a la inacción
de su supuesto albacea quien prefiere ver cómo la historia se cae a pedazos
antes que evitarse un vergonzoso espectáculo, que denota incultura.
También el crecimiento desordenado de
las ciudades en zonas de alto riesgo, gracias a traficantes de terrenos, es
otra bomba de tiempo, amén de la precariedad de muchas construcciones. Un sismo
sería la cereza del pastel.
Construcciones legales
Sea un diseño de vanguardia o algo más sencillo, todas las construcciones que se realicen deben sujetarse al Reglamento Nacional de Edificaciones, (RNE) emitido por el Ministerio de Vivienda. Esta entidad lanzó en 2012 la norma E.100, que innova la edificación incorporando un viejo conocido de la población piurana: el bambú o la caña de guayaquil. Entre algunas de sus recomendaciones, establece que, sobre la cimentación de concreto, se puede erigir tabiquería y entrepisos de bambú. Teóricamente hablando, esta combinación hace que la construcción sea a prueba de sismos.
Pero no todas las edificaciones admiten
bambú como material que absorba las ondas de choque. El RNE establece los
márgenes de seguridad, que pueden definirse como los porcentajes adicionales de
material para mejorar la resistencia de una edificación ante un fenómeno en
particular. También se le denomina sobredimensionamiento
de material, que está determinado por los antecedentes geológicos
de la zona donde se construye, y, que para el RNE ya están debidamente
identificados a lo largo del Perú.
Dicen los especialistas que
consultamos, que el RNE es algo así como la Biblia peruana de la arquitectura y
la ingeniería. Nadie puede diseñar ni hacer sin seguir sus directrices.
Lectura segura
Un ejemplo de cómo construír algo atractivo pero apegado al RNE es la Biblioteca de Chulucanas, un edificio donde no sólo se va a leer, sino donde se han desarrollado varias actividades educativas y hasta políticas, como la campaña por la Marcha del Agua.
La construcción es de concreto, y en su
sótano hay muros de 25 cm con doble malla. El reto fue hacerla estable y
resistente a casi todo, teniendo en cuenta que el terreno había sido un
botadero de material y está en el curso de varias quebradas que bajan desde el
cerro Ñañañique durante los periodos lluviosos.
El edificio se ciñe a la llamada geometría
de la estructura, donde el diseño de las vigas responde al diseño
de la forma, lo que significa absorber la energía de un sismo. Sólo en 2010, se
sintieron cuatro con magnitudes superiores a 4, casi todos con epicentro en el distrito
de Buenos aires, unos 30 km al NE de la ciudad
de Chulucanas. La Biblioteca se terminó en mayo de 2011.
Conforme el proceso de subducción de la
Placa de Nazca continúe, la ocurrencia de un sismo puede darse en cualquier
momento sin respetar día ni hora (los sismos son impredecibles). Perú es parte
del Cinturón
de Fuego del Pacífico, el área de la tierra donde la sismicidad y el
vulcanismo son más activos.
A las personas sólo nos queda estar
preparadas pero también convenientemente informadas, y exigir que todos los
factores que aquí hemos conocido se respeten. Ésa es la fina diferencia entre
apreciar la Naturaleza y estar a merced de ella.
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