¿Por qué Tambogrande invocó la consulta vecinal, 22 años después?

 





TAMBOGRANDE, Piura –
el 2 de junio de 2002, casi 40 mil personas salieron voluntariamente a participar de una consulta, sin efectos legales vinculantes, para expresar si estaban o no de acuerdo con actividades mineras en todo el distrito de Tambogrande, incluyendo el valle agroexportador de San Lorenzo y el bosque seco en la comunidad de Locuto.

 

El 98% de los votos válidos fue por el “No”, y eso golpeó a la entonces Manhattan Minerals Corporation (hoy mediterranean Resources), que tenía la concesión para explotar tres yacimientos entre la ciudad de Tambogrande y la comunidad de Locuto, puesto que evidenciaba falta de licencia social. La empresa basada en Vancouver, Canadá, había declarado varias veces que gozaba de respaldo entre la población.

 

el impacto de este ejercicio de democracia fue tal que se replicó en Esquel (Argentina), Sipacapa (Guatemala) y tres distritos en la sierra de Piura (Perú), entre 2003 y 2007, con resultados similares.

 

En el caso de Tambogrande, tras la consulta y el boicot que pueblo y activistas dieron a tres audiencias para presentar el estudio de impacto ambiental (EIA) del llamado Proyecto Tambo Grande, la acción de la empresa minera se desplomó un 70% en la Bolsa de Valores de Toronto (TSE por sus siglas en inglés). A ello se sumó hasta tres revisiones de su EIA que terminaron por persuadir al gobierno del Perú que debía quitarles la concesión. Y lo hizo. Manhattan se fue del país en 2005.

 





La sucesora

El caso no se cerró ahí. Eventualmente, la concesión quedó en manos de la peruana Compañía de Minas Buenaventura (entonces socia de Newmont en el yacimiento Yanacocha, Cajamarca), que buscó una fórmula para explotar los yacimientos y tener respaldo de la población.

 

Reportes dentro del sector minero aseguraron que Buenaventura se desistió de pretender el yacimiento TG-1, que se ubica bajo la ciudad de Tambogrande, incluyendo el cerro Santa Cruz, un prehistórico domo volcánico cuyas coladas arrastraron oro, plata, cobre y zinc. El cobre, en forma de óxido, quedó a flor de tierra, como se nota al subir el cerro, por el color rojizo del terreno.

 

Los mismos reportes indicaron que la empresa minera peruana decidió apostar por el yacimiento TG-3, ubicado en la comunidad de Locuto, casi enfrente de la ciudad de Tambogrande y a orillas del río Piura, justo en el trecho que se sobrealimenta cuando las quebradas de San Francisco y Carneros experimentan crecidas durante las lluvias torrenciales causadas por los eventos El Niño.

 

Como dato, el 26 de marzo de 2017, el río Piura registró más de 2900 metros cúbicos por segundo en la ciudad de Tambogrande, lo que inundó su lado sur y su sector oeste. Al día siguiente, 3400 metros cúbicos por segundo asaltaban intermitentemente toda la franja ribereña de las ciudades de Castilla, Piura y Catacaos, y anegaron el valle del Bajo Piura.

 

Como detalle adicional, en círculos mineros se asume que Buenaventura habría descartado la explotación a cielo abierto y estaría estudiando la modalidad de socavón.

 





El tercero en discordia

en septiembre de 2023, ProInversión, una agencia del gobierno peruano especializada en promover proyectos de desarrollo económico, anunció en medios oficiales que tenía interés en lanzar el proyecto El Algarrobo; en otras palabras, explotar el antiguo yacimiento TG-3.

 

La noticia no era nueva para la población de Tambogrande. Desde 2011, ha vivido con el fantasma de una eventual operación minera, aunque en el norte del distrito y en los circundantes Las Lomas, Suyo, Paimas y Sapillica, ya se estaba haciendo minería ilegal e informal.

 

Aún así, esta población ha venido pidiendo a sus autoridades que definan posición en respeto al resultado de la consulta de 2002. Todas han cedido para oponerse ante la presión de dirigentes que fueron parte del Frente de Defensa del Valle de san Lorenzo y Tambogrande, prácticamente desactivado cuando muchos de ellos pasaron a ser parte del personal en la Municipalidad Distrital de Tambogrande apenas francisco Ojeda Riofrío, presidente del Frente, se convirtió en alcalde.

 

El anuncio de ProInversión parece haber encendido el alerta con mayor potencia. Tras reuniones informativas convocadas en mayo de 2024, parte de la población y la Municipalidad Distrital de Tambogrande decidieron usar el 22º aniversario de la consulta para remarcar su oposición a desarrollos mineros en el distrito. Su principal argumento es que afecte la agricultura de exportación en el valle de San Lorenzo y un ecosistema tan sensible como el bosque seco en la comunidad de Locuto.

 

Al cierre, está claro que la herida no ha cicatrizado y que la disyuntiva agricultura/minería sigue tan actual como un cuarto de siglo atrás.

 

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