La huella de Josué

Uno de los mejores emprendimientos educativos de Piura ha estado en un pequeño caserío.

 



PAIMAS, Piura – ¿De qué depende la ansiada educación de calidad? ¿se trata de docentes, de alumnado, de padres y madres de familia, de la comunidad… o todas las anteriores? Mientras especialistas discuten estas cuestiones usualmente en cómodas oficinas, en la zona rural -donde las necesidades educativas son apremiantes- hay iniciativas que posponen la teoría.

 

En la escuela 15425 del caserío Túnel VI, a unos 5 km al este de Paimas, cuatro docentes buscaban ofrecer una escuela saludable para 84 estudiantes en los seis grados de educación primaria. “Vivo en Paimas. Me movilizo todos los días al colegio. Vamos en mototaxi”, nos contó su director, Josué Javier Alburqueque Ramírez.

 

Túnel VI recibe su nombre por ser una de las postas por donde el río quiroz es trasvasado bajo la Cordillera de los Andes hacia el río Chipillico, para darle agua al valle de San Lorenzo. Alrededor del caserío, unos 600 metros sobre el nivel del mar, se vive de la agricultura. El arroz, el maíz y las menestras son los productos en los que se emplea la mayoría de la población.

 

También crían animales, pero al aire libre, por lo que algunos se aventuraban en el perímetro de la escuela debido a la falta de un cerco. Del mismo modo, era común que personas extrañas al recinto ingresaran cuando se estaba dictando clases. Lo primero que se hizo fue encerrar la escuela, y a partir de allí, se comenzaron reformas emprendidas más con entusiasmo que con dinero

 


Todas las bacterias de un tiro

Alburqueque y su equipo docente consideraron introducir la agricultura orgánica, pero les hacía falta tener abono libre de sintéticos. Un técnico agropecuario, exalumno del plantel, les capacitó en la elaboración de compost, un abono natural que se produce por la descomposición de materia vegetal.

 

De ese modo, pudieron fertilizar un pequeño huerto y un bosquecito de molle, roble y eucalipto; además, con apoyo de la Municipalidad Distrital de Paimas, se construyó jardineras. También notaron que las infecciones respiratorias, las caries  y las parasitosis acechaban al estudiantado, y los casos que llegaban hasta el cercano Centro de salud, en el pueblo de Paimas, eran los más graves, debido a la tardía reacción de padres y madres.

 

“Se mejoraron los servicios higiénicos con la implementación de pozos sépticos”, recordó Alburqeque. “Antes los estudiantes  hacían sus necesidades en una letrina con un silo”. La otra parte de la  solución fue programar  consultas médicas preventivas, todas cubiertas por el Seguro Integral de Salud. Alburqueque afirmó que su alumnado se enfermaba menos: “Se han reducido casos en un 60 a 70 por ciento“.

 


Y el ganador es…

Cierto día, el profesor Josué vio una convocatoria en el portal del Ministerio de Educación, lo descargó, rellenó y envió. “Me animé a participar porque ya veníamos trabajando el proyecto, y podíamos difundir lo que hace la institución educativa”, manifestó.

 

La iniciativa Trabajamos juntos por una escuela saludable de Túnel VI fue seleccionada como la ganadora a nivel de todo Piura, en el concurso Maestro que deja huella que auspicia Interbanc. “Sí teníamos la esperanza de ganar, porque pocas escuelas rurales hacen lo que hacemos”, recalcó.

 

El profesor Josué, quien tiene una maestría en Administración Educativa por la Universidad César Vallejo de Piura, gracias al premio pudo seguir un doctorado en la misma especialidad, y en el mismo campus.

 


Cocinando más ideas

El sueño de alburqueque fue integrar todo ese logro a la instalación de un aula virtual conectada a Internet, con la finalidad de que niños y niñas amplíen sus horizontes; además, tener una biblioteca mínimamente surtida

 

Asimismo, aunque los y las docentes han logrado ambientar una cocina para brindar alimentos seguros a sus estudiantes, querían que la precaria construcción deje el adobe y el barro apisonado para ser de ladrillo y concreto. Una de sus cruzadas fue buscar una organización que financie esa re-edificación.

 

“Necesitamos unos cuatro mil soles” (unos 1530 dólares), explicó Alburqueque. “Por Asociación de Padres de Familia, sólo recibimos mil soles” (unos 384 dólares), “y eso nos debe alcanzar para todo el año”. El profesor Alburqueque dijo que trabajar en el campo no es justificación para cerrarse a las posibilidades, y que seguiría tocando puertas de autoridades e instituciones. “quiero que los niños se sientan contentos y seguros de ir a la escuela”, sentenció.

 

© 2013 asociación Civil Factor Tierra. Todos los derechos reservados. Si quieres ayudar al profesor Josué Alburqueque, contáctalo a josuevi97_34@hotmail.com

 

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