Incluso se le pasó a Naylamp

Los nuevos diluvios que abatieron la antigua tierra Sicán.

 

Por Nelson Peñaherrera Castillo | Facebook | Twitter | YouTube | Instagram

 



 

PÍTIPO, Lambayeque – Fue un largo periodo de sequía y la población estaba desesperada. Sus gobernantes acudieron a la magia para favorecer la llegada de las lluvias pero nada pareció funcionar. La población, enardecida, se rebeló e incendió la ciudad principal. Tiempo después, llegó la lluvia; mejor dicho, días de verdaderos diluvios. El lugar se inundó y la gente debió mudarse a otra zona segura.

 

Era 1100 DC. En el bosque de Pómac la gente veía morir su agricultura debido a la falta de agua. No había llovido lo suficiente durante 30 años y los ritos de sacerdotes y gobernantes fueron inútiles. Se supone que eso originó los disturbios.

 

El arqueólogo Izumi Shimada (Kioto, Japón, 1948) ha investigado el lugar desde 1978. Hoy se conoce como Batán grande, quizás por la existencia de muchos cantos rodados que se usaron para moler minerales, ya que el antiguo pueblo Lambayeque fue experto en orfebrería.

 

También conocidos como sicán, florecieron entre 700 DC y 1300 DC, probablemente tras la caída de la civilización muchik, que a su vez floreció entre 100 DC a 700 DC.

 

Los lambayeque se asentaron en el área de Batán Grande, junto al río La Leche, casi en el centro del actual departamento de Lambayeque (en cuya memoria se le nombró), mientras que los muchik (también moche o mochica) lo hicieron  junto al río Moche, en el litoral central del actual departamento de La Libertad, justo al sur del actual Lambayeque.

 

Los arqueólogos suponen que un evento lluvioso extraordinario puso fin a los muchick en 700DC. Algunos avanzaron por el mar hacia el norte (¿aprovechando la corriente de Humboldt?) y desembarcaron en las costas de Lambayeque.

 

El mito de Naylamp explica esta migración. y aparentemente otro periodo de lluvias extraordinarias en 1100 DC provocó un desborde del río La Leche, inundó el actual Batán Grande, y forzó la migración de la población unos 10 km hacia Túcume, donde intentaron reorganizarse hasta que fueron absorbidos por el imperio chimú, que se asentó… en el valle de Moche, actual departamento de La Libertad.

 



 

Nueve siglos

Se ha sugerido que el corto éxodo de los lambayeque fue provocado por un gran evento El Niño. El agua desbordada cubrió los actuales distritos de Íllimo, Jayanca, Pacora y Pítipo. (1351,4 km2 en conjunto)

 

Nueve siglos después, los mismos distritos, más el de Mórrope (1054 km2), volvieron a inundarse por una creciente del río La Leche tras un periodo de lluvias fuertes registrado entre febrero y marzo de 2023. Según las autoridades, el distrito de Íllimo (24,4 km2) pareció ser el más afectado: casas y plantaciones quedaron cubiertas por el agua.

 

El periodo lluvioso se disparó luego que durante tres años el fenómeno de La Niña mantuvo el agua del Océano Pacífico frente al norte del Perú más fría que su nivel mínimo habitual: 19ºC, según el Instituto del Mar del Perú, incluso en verano, cuando puede subir hasta 24ºC, como ocurrió en enero de 2023, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú.

 

Al enfriar el mar, La Niña inhibe la evaporación, no se forman nubes de lluvia, y la sequía en toda la costa peruana es el principal resultado en verano y un frío más intenso de lo usual en invierno.

 

La Niña ocurre cuando los vientos alisios, que en Sudamérica soplan de este a oeste, enfrían el mar tanto que modifican todo el clima a escala global.

 

Cuando los vientos alisios se debilitan, el mar se calienta y todo el fenómeno puede ir al otro extremo, El Niño, y donde llovía en exceso deja de llover por años y viceversa. El punto crítico es cuando la superficie del mar se calienta encima de 26ºC.

 

¿Fue un evento La Niña prolongado lo que causó la sequía que, a su vez, enfadó a los lambayeque, y cuando creyeron que se habían vengado de los gobernantes vino un evento El Niño de niveles catastróficos? Lo que sabemos actualmente es que ambos son cíclicos, y que, según los registros paleontológicos, pudieron haber ocurrido desde hace 10 mil años.

 



 

Sin pendiente

Si bien los lambayeque se asentaron  en un valle relativamente seguro, a unos 50 km tierra adentro del Océano Pacífico, el terreno no posee mayores elevaciones. Hay unos cerros cercanos, pero éstos parecieron no ser ocupados por aquellos pobladores. La campiña tiene una elevación de 50 metros  sobre el nivel del mar. El lugar donde hoy se levanta la ciudad de Pítipo está a 85 metros de altitud. Aguas abajo de Batán grande, en el actual distrito de Íllimo, la elevación va de los 48 a 51 metros sobre el nivel del mar.

 

Un ejercicio simple de mecánica de fluidos nos permitirá deducir que si el terreno no tiene mayor pendiente, el agua se dispersa, casi no circula, entonces inunda. Eso pudo pasar en 1100; eso pudo pasar en 2023.

 

Los lambayeque extendieron su dominio político-militar tan al norte como el valle del Chira, departamento de Piura, y tan al sur como el valle de Chicama, departamento de La Libertad, lo que nos da 408 km de largo. Su influencia cultural parece haberse diseminado tan al norte como el golfo de Guayaquil, Ecuador, y el departamento de Ica al sur, lo que nos da 1766 km de largo.

 

Durante la primera quincena de marzo de 2023, lluvias impulsadas por el ciclón yaku generaron diluvios desde la provincia de Manabí, Ecuador, que se acentuaron en la costa norte del Perú, y en menor medida, aunque significativo, entre los departamentos de Áncash e Ica. Y eso nos da 1954 km de largo.

 

La ciencia detrás de la gestión de riesgos enseña que si un desastre ocurrió en un lugar en el pasado, volverá a ocurrir en el mismo lugar en algún momento en el futuro, a menos que se prepare todo para que cuando el evento vuelva a ocurrir el nivel de daños sea mínimo o manejable. ¿Cuántas lecciones se aprendieron en nueve siglos?

 

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